Los jardines Zen

Los jardines Zen son espacios de meditación y contemplación en conjunción con la naturaleza. Fueron creados para inspirar vitalidad y tranquilidad y ayudan a percibir la realidad de una forma correcta, con sus colores, texturas y sensaciones.


Están basados en el budismo y representan al universo, por lo que no están hechos para pasear, sino para ser observados y que la gente entre en estado meditativo.

Antes de crear un jardín Zen hay que considerar tres aspectos importantes, sin importar su tamaño: la simplicidad, la fluidez y el espacio.

El zen implica la captación directa de la realidad, sin que influya el pensamiento o el lenguaje; trata de despojarse de todo aquello que nos vincula a lo cotidiano.

En el jardín japonés se expresa espiritualidad, pues en él no hay riqueza material, sino pureza de cosas simples y austeras. Los elementos son sólo objetos naturales y su perfecta colocación hace que se convierta en una obra para la contemplación.


Los elementos 
Arena: Neutraliza los malos pensamientos, las actitudes y emociones negativas, creando un ambiente de tranquilidad y serenidad. Un espacio de arena perfectamente alisado representa la inmensidad del mar. Los surcos pueden simbolizar los diferentes caminos que emprendemos en la vida.

Piedras: Representan los obstáculos o las experiencias de la vida. Las que son irregulares y asimétricas contienen una mayor carga de energía. En la filosofía Zen nada pasa por casualidad y todo tiene una causa y un efecto. En un plano físico, representan las montañas.


Cristales de cuarzo: Pueden recibir, almacenar y transmitir energías positivas y generan armonía. Su transparencia está relacionada con valores como la sencillez, la humildad y la modestia.

Conchas o caracoles: Nos ponen en contacto con el mar y nos recuerdan su presencia. Representan la tranquilidad y la paz que se percibe ante la presencia de un mar en calma y el rumor constante de sus aguas.

Velas: Ayudan en muchos procesos de meditación creando ambientes que propician el relajamiento. Sirven para iluminar el jardín con una luz sedante y natural. Dentro del jardín pueden colocarse pequeñas velas redondas y aromáticas. Si son alargadas es más conveniente situarlas fuera de él.


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