Si vas a pintar tu casa, te interesa conocer los colores que más se llevan, cuáles son los mejores acabados, qué pinturas son las más resistentes y, lo mejor, los trucos de los profesionales.
Para acertar con el tono, pídele al pintor que haga varias muestras en la pared. Déjalas secar durante un día entero y obsérvalas a distintas horas y con luz artificial. Cuando te decidas por un color, elige un tono más claro porque una vez aplicado a la pared entera tiende a oscurecer.
La pintura plástica es la que más se utiliza porque puede lavarse, mantiene el color más tiempo que el temple y el secado es rápido. Para los dormitorios, la ideal es la pintura ecológica porque es antialérgica y no huele. Para el cuarto de baño y la cocina lo mejor son las pinturas antihumedad.
El blanco y todos los matices siempre es una apuesta segura y nunca pasa de moda. Se aconseja utilizar este color en habitaciones que reciban abundante luz natural porque incrementará su efecto. Claro que en casa pequeñas y con poca luz, ampliará visualmente el espacio.
Los tonos pasteles han sido el gran descubrimiento esta temporada: celeste, tostado, garbanzo, mostazas… Aportarán a la decoración un matiz agradable, confortable y suave porque son luminosos y brillantes.
Si en los años 90 el amarillo fue el rey de los colores para la casa porque combina con toda la paleta cromática, ahora se tiñe por una versión más brillante. Este color aporta calor, energía y optimismo. Si quieres darle un toque más rabioso, combínalo con verdes, rosas y malvas.
Con el gris piedra acertarás esta temporada. Es elegante, sofisticado y combina muy bien con marrones chocolates, tostados y blancos. Es un color muy adecuado para ambientes de trabajo y relax.
Los tonos naranjas y rojos son clásicos sobre todo si se combina con mobiliario de madera oscura. Eso sí, utilízalos en estancias grandes y con mucha luz porque de lo contrario tenderán a oscurecer el espacio. Evita utilizarlos en dormitorios o zonas de trabajo.
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